Director: Chuck Russell
Intérpretes: Craig Wasson, Heather Langenkamp, John Saxon, Laurence Fishburne, Patricia Arquette, Robert Englund
Año: 1987
Años después de los incidentes en Elm St., Nancy se ha convertido en una psiquiatra especializada en terapia del sueño. Pero Freddy también sigue en activo, y comienza a aparecerse en los sueños de varios de ellos. Nancy los reune a todos en busca de una forma de parar al monstruo. Para ello, los pacientes aprenden a desarrollar habilidades especiales en sus sueños. Alguno puede ser un mago, otro un superforzudo, un maestro en artes marciales... Todos esperan que estos "poderes" sean bastantes como para pararle los pies al asesino.
Una de las mejores partes de la saga de Freddy Krueger. Supone la vuelta de Wes Craven a la saga esta vez como guionista. La película parece que olvida la segunda parte para convertirse en una especie de continuación de la primera. La película ofrece una trama original con un derroche de efectos especiales y visuales. Las pesadillas a las que son sometidos los jóvenes por parte de Freddy son muy elaboradas y originales. Aquí Freddy juega en las pesadillas con los miedos más profundos de cada víctima haciendo uso de un humor negro y disfrutando de la manipulación de las pesadillas. Freddy empieza a volverse un asesino carismático, que alcanza su mejor visión en esta secuela y empieza a degradarse en las siguientes. El guión está lleno de momentos muy terroríficos y la historia no decae en nigún momento. Se introduce la novedad en la que los jóvenes para atacar a Freddy intentan en las pesadillas hacer uso de poderes aumentando elementos fantasiosos en la trama que resultan convincentes. Además regresa la banda sonora siniestra de Freddy que se había olvidado en la segunda parte. Esta película se convierte en uno de los mejores capítulos de esta saga.
Nota: 8,5/10
De acuerdo con usted, se nota la mano del señor Craven, y es que tuvo a bien retomar la saga donde él la dejo,pasando de la infumable segunda parte. Lástima que luego la cagara en su última aportación al personaje.
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