Director: Chris Walas
Intérpretes: Daphne Zuñiga, Eric Stoltz, John Getz, Lee Richardson
Año: 1989
El ingenio de teletransporte ideado por el malogrado científico Seth Brundle ha caído ahora en manos de la gran empresa Bartok, que pretende desarrollar el experimento subsanando los errores que cometió aquel y que fueron causa de su muerte. El hijo que no vio nacer, Martin, crece ahora en el entorno del laboratorio, sujeto a múltiples experimentos genéticos que lo relacionan con la enfermedad que sufrió su progenitor. Los primeros síntomas no tardarán en llegar...
Correcta segunda parte de La mosca que no llega a la altura de la primera pero conisgue ser una entretenida y decente secuela. El protagonista interpreta con bastante credibilidad al joven que se ve envuelto en una trama de secretos por culpa de su anomalía genética. Tiene un buen guión, momentos gore y de tensión y unos buenos efectos especiales. Eso sí, esta vez la criatura es más extraña y no luce tan real como la mosca de la primera parte. Aún así es una buena película y un ejemplo de segunda parte inferior a la primera pero bien realizada sin convertirse en una basura para la saga como suele ocurrir en más de una ocasión.
Nota: 6,5/10
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