jueves, 10 de junio de 2010

Blade Trinity

Director: David S. Goyer
Intérpretes: Wesley Snipes, Jessica Biel, Kris Kristofferson, Parker Posey, Ryan Reynolds
Año: 2004

Cuando Blade es involucrado en una serie de matanzas brutales, éste debe unir fuerzas con los Nightstalkers, un clan de humanos cazadores de vampiros, para seguir un rastro de sangre que dirige directamente hasta la más célebre leyenda de los vampiros: Drácula.

Mi experiencia me dice que las terceras partes de las trilogías conllevan un gran bajón de la calidad. Blade Trinity no sólo no es las excepción, si no que es de esas partes que decepcionan más de lo que me esperaba. Resulta que la dirección corre a cargo del guionista David S. Goyer, dejando claro que dirigir una película no es lo suyo. Curiosamente es el guionista de las tres películas de la saga. Pero es que el guión de ésta también hace aguas por todos lados. Para empezar vuelven a hacer sangre con el personaje de Wisthler. Esta vez lo matan de verdad (o al menos se supone, sólo faltaría que en una futura cuarta parte regrese de nuevo) pero su muerte no hace mella ni en el espectador, ni en los personajes, siendo apresurada y sin el más mínimo de importancia para el gran peso que tiene el personaje. Despues tenemos al actor que interpreta a Drácula que no transmite nada y llega a ser irritable. Aunque para personaje irritable el que interpreta de manera penosa Ryan Reynolds que se encarga del personaje graciosete y se pasa toda la película haciendo el rídiculo. Éste es otro de los puntos más importantes que falla la película: los personajes no tienen carisma, no transmiten nada, son meros títeres que pasan por la cinta sin pena ni gloria cuando las anteriores se caracterizaban por tener personajes con fuerza, personalidad y bien distinguidos. La historia es muy mediocre dando la sensación de imitar las otras dos partes pero al estilo de una película de serie B. Un ejemplo claro es el diálogo que mantiene Blade y Drácula ya visto en la primera en una escena con mucha fuerza entre Blade y Deacon Frost dónde hablan de la posición de los vampiros sobre los seres humanos. Aquí la escena es una burda copia barata pero con un diálogo y una interpretación muy pobres, como toda la película en general. Además se sacan de la manga a la hija de Wisthler para acabar quitando toda la tragedia que tiene ese personaje. Todo ello ingredientes de un guión que te esperas de una secuela realizada con mucha prisa y con la única intención de vender. Acabaré la crítica con los únicos puntos buenos de la película: Wesley Snipes sigue interpretando a Blade correctamente y contiene muchas escenas de acción y efectos especiales espectaculares; como era de esperar por otra parte. En definitiva, sabía que daría un bajón. Pero no esperaba un bajón de una magnitud tan grande.

Nota: 3,5/10

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