Director: Jean-Pierre Jeunet
Intérpretes: Sigourney Weaver, Winona Rider, Brad Dourif, Dominique Pinon, Gary Dourdan, Ron Perlman
Año: 1997
Ellen Ripley murió luchando con el perfecto depredador, el alien de la tercera entrega de la serie. Doscientos años después y tras ocho espeluznantes experimentos genéticos, Ripley vuelve a la vida gracias a un grupo de científicos que la ha clonado con un objetivo concreto, recuperar a la reina alien que estaba engendrando antes de morir. Pero la clonación de Ripley está llena de sorpresas para sus creadores y pronto el terror se apodera de la nave. Una vez más, ella será la única capaz de hacerle frente, con la ayuda de una banda de contrabandistas que tienen intereses particulares en el experimento.
La saga debió acabar en una trilogía, con el final perfecto de la tercera entrega. Pero dedicieron alargarla con esta cuarta parte. No está mal, pero habría quedado mejor como trilogía. Y es que esta última parte de una de mis sagas favoritas se trata de una cinta correcta sin más. La calidad baja para pasar a una película de acción comercial con las criaturas de por medio. Además tiene un toque de humor negro de este director que desentona bastante con la saga. Aquí vemos a una Ripley muy distinta al tratarse de un clon de la fallecida Ripley alterado genéticamente. Los actores hace unas interpretaciones bastante correctas dando lugar a unos personajes diferenciados que dan juego con un guión que cumple sin más. Como curiosidad, la escena en la que Ripley encesta el balón sin mirar ocurrió de verdad sin ningún truco dejando a todo el equipo de rodaje boquiabierto, incluyendo a la propia actriz.
Nota: 7/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario