Director: Ang Lee
Intérpretes: Eric Bana, Jennifer Connelly, Nick Nolte, Sam Elliott
Año: 2003
El científico Bruce Banner tiene, por decirlo suavemente, un temperamento fuerte. Tras su brillante historial de investigador en el campo de la tecnología genética se oculta un pasado doloroso y casi olvidado. Su ex-novia, la también brillante investigadora Betty Ross, se ha cansado de esperar a que Bruce rompa su bloqueo emocional, resignándose a convertirse en una observadora interesada de la discreta vida del científico. Desde su posición de observadora, Betty asiste a un accidentado episodio de la revolucionaria investigación de Banner. Se produce una explosión y Bruce toma una decisión heroica que le lleva a salvar una vida... y a permanecer intacto en apariencia pese a que su cuerpo ha absorbido una dosis letal de rayos gamma. Y sin embargo los efectos se hacen notar pronto. Difusos síntomas un día después. Desvanecimientos. Banner comienza a sentir una presencia en su interior, un ente extraño que le resulta familiar a pesar de todo, un ser peligroso pero oscuramente atractivo.
Primera adaptación cinematógrafica de Hulk. Se trata de una película muy buena que no tuvo el éxito esperado debido a que es una visión un poco personal y densa del personaje por parte de su director. Lo cierto es que se aleja bastante del espíritu de los cómics y acaba siendo una película demasiado lenta para lo que esperaban los fans de ella lo que ha conllevado a que se realizara El increíble Hulk, otra película distinta apartándose de ésta y empezando de cero. Eso sí, cuando Hulk hace aparición, las escenas de acción son impresionantes, muy conseguidas e incluso supera en alguna ocasión a la nueva. Los actores realizan un trabajo notable y el guión es muy bueno. En definitiva es una película incomprendida pero realizada con cariño y con unas escenas de acción muy buenas que sí que dotan a Hulk de personalidad.
Nota: 7/10
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