Director: Michael Bay
Intérpretes: Shia LaBeouf, Megan Fox, Isabel Lucas, John Turturro, Josh Duhamel, Ramón Rodríguez
Año: 2009
Tras la épica batalla librada en Transformers, Sam ha conseguido devolver su vida a la normalidad, y ahora mismo, su mayor reto es adaptarse a la Universidad. Pero cuando todo parece ir bien (excepto la convivencia con su prepotente compañero de habitación Leo), Sam es asaltado por visiones de extraños símbolos. Temiendo sufrir la misma demencia que amargó a su abuelo, Sam mantiene en secreto sus visiones, pero pronto volverá a verse inmerso en una gran batalla entre Autobots y Decepticons. Sin que Sam lo sepa, sólo él tiene la clave del resultado, y con la ayuda de sus amigos, sus compañeros de NEST e incluso de sus padres, Sam deberá aprender a aceptar la herencia de los Witwicky: ¡Sin sacrificio, no hay victoria!
Si la primera parte era un espéctaculo de entretenimiento donde lo que importaba son los efectos especiales pero tenía un guión que entretenía y todos los elementos de la película estaban moderados, esta segunda parte se va al garete abusando de todo lo malo de la primera parte. Casi toda la película son efectos especiales, explosiones, muchos robots y más explosiones, con un guión pésimo, situaciones ridículas, humor absurdo e interpretaciones de lo peor. Para colmo, ni Ratchet ni Ironhide apenas aparecen y en su lugar meten a dos autobots gemelos irritables que se convierten en los Jar Jar Binks de la película. No le pongo un 3 porque sabía lo que iba a ver, pero me la esperaba con algo más de diginidad.
Nota: 4/10
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